Hueste Angélica
Oh, Dios infinito de amor y misericordia, ante ti vengo una vez mas para comulgar con tu presencia; en silencio, dentro de mi corazón, te pido que permitas a los Arcángeles y a sus huestes angélicas morar en mi mundo y en el de mis hermanos, para que vivan diariamente entre nosotros, como amigos y compañeros, como servidores divinos de la luz, hasta que ellos sean la presencia maestra en mi ser. Infinitas gracias Dios del Universo, por tu respuesta a este y a cada llamado. Amén
(Esta invocación debe realizarse diariamente, cada vez que se requiera la presencia angélica de manera especial. Si se realiza con constancia y enviando pensamientos de amor hacia ellos pidiéndoles asistencia verán su acción inmediata)
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